El texto literario de Arthur Conan Doyle
(1882), “Estudio en escarlata”,
nos acerca a las formas en las que se genera la lógica de investigación
científica, gracias al actuar racional del personaje Sherlock Holmes; sin
restar importancia a su amigo y acompañante, el doctor Watson, quien queda fascinado
al descubrir que el método deductivo (utilizado por Holmes) puede ser útil para
resolver problemas más allá de un laboratorio. Holmes, empleando sus
capacidades analíticas (poco utilizadas en su época), resuelve misterios que no
podían ser explicados por la policía. Sherlock Holmes actúa mediante el análisis
de la problemática desde una perspectiva holística, es decir, toma en cuenta el
todo, lo que le permite contextualizar y a partir de ello generar diagnósticos
situacionales que complementados con la recolección de información y evidencias,
le facilitan generar deducciones. Aunque, en ocasiones suele tener datos limitados, toma ventaja
del contexto general para crear hipótesis al respecto, que posteriormente
pueden ir siendo explicadas al recabar mayor evidencia.
Diferencias entre Sherlock Holmes y Scotland Yard:
·
Holmes realiza investigaciones complejas en las que se auxilia
de herramientas cualitativas, principalmente y auxiliado por la investigación
diversa, logra hacer grandes descubrimientos, pues es capaz de utilizar
herramientas como la comparación y la contextualización histórica.
·
Scotland Yard solo tiene discusiones vagas e investigaciones
poco profundas, es decir, superficiales.
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